•300 ml. de aceite de oliva virgen
•1 diente de ajo
Pasos previos: picar el perejil.
Primeramente en una cazuela de barro ponemos el aceite y freímos el diente de ajo entero hasta que se dore.
Apartamos la cazuela del fuego y dejamos que el aceite se enfríe. Cuando el aceite esté templado colocamos el bacalao con la piel hacia abajo, y luego le damos la vuelta y lo ponemos a fuego suave.
Finalmente vamos removiendo el bacalao con fuerza para que vaya soltando la gelatina y ligue la salsa.
Se puede servir con perejil picado por encima.
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