CUANDO TE ABRUMAN LOS PROBLEMAS… ¿COMES MAL?
Si comes de forma inadecuada cuando te sientes mal en una vida que se te antoja llena de problemas, este artículo te ayudará a solucionarlo de un modo muy simple. Vamos a aprender a elegir cómo nos queremos sentir en cada momento, aunque todo a nuestro alrededor parezca desmoronarse.
La grandeza del ser humano consiste en optar por la propia realización personal cuando otros optan por la depresión y tiran la toalla. Las personas realmente inteligentes no son las que tienen mayor éxito profesional o más dinero, o las que saben resolver complicados problemas de álgebra, interpretar mapas o jugar al ajedrez. Las personas más inteligentes son las que saben vivir cada momento con plenitud, aprovechando al máximo sus posibilidades. Eligiendo la felicidad en vez de la depresión. La inteligencia no es la capacidad de resolver problemas sino la capacidad de ser igualmente feliz se solucione o no el problema que haya en nuestra vida.
Los desacuerdos, los conflictos, el dinero, la vejez, la enfermedad, la muerte, los accidentes, los desastres naturales… todo ello forma parte de la vida y de la condición humana, y en realidad no tienen nada que ver con la felicidad.
Un estudió evaluó a los ganadores de la lotería y a las personas que habían sufrido un accidente y quedado tetrapléjicas. A los seis meses, ambos grupos eran igual de felices. Lo que prueba que el dinero y quedarse tetrapléjico aportan la misma felicidad.
El exceso de comida muchas veces suele ser la expresión de carencias afectivas. Comer algún alimento que nos transporte a nuestra infancia o a algún momento de placer, que nos encante o que sea prohibido para nosotros porque no nos lo permitimos comer, nos aporta un sentimiento de bienestar inmediato, pero no soluciona nuestras preocupaciones emocionales. Cuanto más nos empeñamos en buscar la satisfacción fuera de nosotros, en la comida, en el alcohol, en las compras, en las relaciones compulsivas, etc, menos la encontraremos. La satisfacción se encuentra en la tarea de mejorar y desarrollarte como ser humano, y no en el hecho de acallar emociones con la comida o en poseer lo que difícilmente nos llevaremos a la tumba.
¿Pero cómo conseguir ser igualmente felices cuando tenemos problemas?
Tú puedes controlar tus sentimientos elaborando los pensamientos que los preceden. Si estoy dando una conferencia y alguien bosteza, puedo pensar que le aburro o elegir pensar que ha dormido mal, y así no ponerme nerviosa ni volverme insegura.
No quiere decir que te convenzas a ti mismo de que todo está bien en tu vida cuando existen problemas reales, como por ejemplo la enfermedad de un ser querido, pero ¿qué te aporta estar triste o deprimido? ¿Acaso sentirte desgraciado te ayudará a enfrentarte con el hecho de que tienes problemas de una manera más eficiente? Y por el contrario, ¿es posible que para anestesiar tu dolor, te dediques a comer?
Tú eres el responsable de lo que sientes. ¿Te compensa estar infeliz? ¿Vale la pena sentirte herido u ofendido? La felicidad es la condición natural del ser humano. En lugar de pensar que “alguien te ha ofendido”, piensa que en realidad “tú mismo has elegido sentirte ofendido”, porque te has acostumbrado a patrones mentales que identifican las causas de tus sentimientos en hechos externos.
Pero si tomas la determinación de ser feliz, siempre podrás elegir la felicidad en lugar de la infelicidad, y un comportamiento de realización en vez de auto-derrota. Tú eres el que decide tu destino.
Una manera sensata para ser feliz es centrarse en el momento presente. Recordar, desear, esperar, lamentar y arrepentirse son las tácticas usuales que empleamos para evadirnos del momento presente. Cuando nos evadimos del presente, tendemos a idealizar el futuro, donde imaginamos un gran día en que todo se arreglará, cambiará la vida, todo se ordenará y encontraremos la felicidad… y así nos pasamos la vida esperando. Pero la felicidad solo puede encontrarse en el aquí y el ahora, ya que ni el pasado ni el futuro se pueden vivir en el momento presente. Es más, si desperdiciamos nuestros momentos presentes con actitudes derrotistas, lo habremos perdido para siempre y habremos dejado pasar la oportunidad de obtener el máximo provecho de nuestra vida.
Hace unos años sufrí un accidente y pensé que me llegaba la muerte. Tal y como se dice, vi pasar toda la vida por delante de mis ojos, en un segundo, miles de imágenes desde que nací transitaron a toda velocidad por mi pantalla mental. Y allí, tendida en el suelo, pensando que llegaba el final, sentí un inmenso arrepentimiento, no por nada que hubiera hecho, sino por todo lo que había dejado de hacer. Si miras hacia atrás lo que ha sido tu vida es muy raro que te lamentes por algo que has hecho, sin embargo, es lo que no has hecho lo que te atormenta. Y no creas que son ideas fantásticas como “salvar el mundo” o “construir un emporio de restaurantes vegetarianos”, no. Lo que te atormenta es haber pasado sin presencia a través de los momentos más mágicos de tu vida, que suelen ser aquellos en los que estás rodeado de las personas a las que quieres.
Para terminar te transcribo un pequeño poema escrito por Su Santidad el XIV Dalai Lama, líder espiritual del Budismo, que se titula “Nunca te rindas”. Y dice así:
No importa lo que pase
Nunca te rindas
Desarrolla tu corazón
Desperdiciamos demasiada energía desarrollando la mente
en lugar de desarrollar el corazón
Desarrolla el corazón
Se compasivo
No solo con tus amigos
Sino con todo el mundo
Trabaja para la Paz
En tu corazón y en el mundo
Trabaja para la Paz
Y de nuevo te digo
Nunca te rindas
No importa lo que pase al tu alrededor
Nunca te rindas
DESPEDIDA »
Me despido con mucho cariño y mi agradecimiento por estar ahí.
Seguimos en contacto desde Facebook en “AnaMoreno Vegetariana”. Quedando a vuestra disposición, os envío un abrazo muy fuerte y mis mejores deseos de salud, paz, amor y luz para todos vosotros…
¡Hasta el próximo boletín!
---
**Visita: http://danielanibalgalatroescritor.blogspot.com.ar
La grandeza del ser humano consiste en optar por la propia realización personal cuando otros optan por la depresión y tiran la toalla. Las personas realmente inteligentes no son las que tienen mayor éxito profesional o más dinero, o las que saben resolver complicados problemas de álgebra, interpretar mapas o jugar al ajedrez. Las personas más inteligentes son las que saben vivir cada momento con plenitud, aprovechando al máximo sus posibilidades. Eligiendo la felicidad en vez de la depresión. La inteligencia no es la capacidad de resolver problemas sino la capacidad de ser igualmente feliz se solucione o no el problema que haya en nuestra vida.
Los desacuerdos, los conflictos, el dinero, la vejez, la enfermedad, la muerte, los accidentes, los desastres naturales… todo ello forma parte de la vida y de la condición humana, y en realidad no tienen nada que ver con la felicidad.
Un estudió evaluó a los ganadores de la lotería y a las personas que habían sufrido un accidente y quedado tetrapléjicas. A los seis meses, ambos grupos eran igual de felices. Lo que prueba que el dinero y quedarse tetrapléjico aportan la misma felicidad.
El exceso de comida muchas veces suele ser la expresión de carencias afectivas. Comer algún alimento que nos transporte a nuestra infancia o a algún momento de placer, que nos encante o que sea prohibido para nosotros porque no nos lo permitimos comer, nos aporta un sentimiento de bienestar inmediato, pero no soluciona nuestras preocupaciones emocionales. Cuanto más nos empeñamos en buscar la satisfacción fuera de nosotros, en la comida, en el alcohol, en las compras, en las relaciones compulsivas, etc, menos la encontraremos. La satisfacción se encuentra en la tarea de mejorar y desarrollarte como ser humano, y no en el hecho de acallar emociones con la comida o en poseer lo que difícilmente nos llevaremos a la tumba.
¿Pero cómo conseguir ser igualmente felices cuando tenemos problemas?
Tú puedes controlar tus sentimientos elaborando los pensamientos que los preceden. Si estoy dando una conferencia y alguien bosteza, puedo pensar que le aburro o elegir pensar que ha dormido mal, y así no ponerme nerviosa ni volverme insegura.
No quiere decir que te convenzas a ti mismo de que todo está bien en tu vida cuando existen problemas reales, como por ejemplo la enfermedad de un ser querido, pero ¿qué te aporta estar triste o deprimido? ¿Acaso sentirte desgraciado te ayudará a enfrentarte con el hecho de que tienes problemas de una manera más eficiente? Y por el contrario, ¿es posible que para anestesiar tu dolor, te dediques a comer?
Tú eres el responsable de lo que sientes. ¿Te compensa estar infeliz? ¿Vale la pena sentirte herido u ofendido? La felicidad es la condición natural del ser humano. En lugar de pensar que “alguien te ha ofendido”, piensa que en realidad “tú mismo has elegido sentirte ofendido”, porque te has acostumbrado a patrones mentales que identifican las causas de tus sentimientos en hechos externos.
Pero si tomas la determinación de ser feliz, siempre podrás elegir la felicidad en lugar de la infelicidad, y un comportamiento de realización en vez de auto-derrota. Tú eres el que decide tu destino.
Una manera sensata para ser feliz es centrarse en el momento presente. Recordar, desear, esperar, lamentar y arrepentirse son las tácticas usuales que empleamos para evadirnos del momento presente. Cuando nos evadimos del presente, tendemos a idealizar el futuro, donde imaginamos un gran día en que todo se arreglará, cambiará la vida, todo se ordenará y encontraremos la felicidad… y así nos pasamos la vida esperando. Pero la felicidad solo puede encontrarse en el aquí y el ahora, ya que ni el pasado ni el futuro se pueden vivir en el momento presente. Es más, si desperdiciamos nuestros momentos presentes con actitudes derrotistas, lo habremos perdido para siempre y habremos dejado pasar la oportunidad de obtener el máximo provecho de nuestra vida.
Hace unos años sufrí un accidente y pensé que me llegaba la muerte. Tal y como se dice, vi pasar toda la vida por delante de mis ojos, en un segundo, miles de imágenes desde que nací transitaron a toda velocidad por mi pantalla mental. Y allí, tendida en el suelo, pensando que llegaba el final, sentí un inmenso arrepentimiento, no por nada que hubiera hecho, sino por todo lo que había dejado de hacer. Si miras hacia atrás lo que ha sido tu vida es muy raro que te lamentes por algo que has hecho, sin embargo, es lo que no has hecho lo que te atormenta. Y no creas que son ideas fantásticas como “salvar el mundo” o “construir un emporio de restaurantes vegetarianos”, no. Lo que te atormenta es haber pasado sin presencia a través de los momentos más mágicos de tu vida, que suelen ser aquellos en los que estás rodeado de las personas a las que quieres.
Para terminar te transcribo un pequeño poema escrito por Su Santidad el XIV Dalai Lama, líder espiritual del Budismo, que se titula “Nunca te rindas”. Y dice así:
No importa lo que pase
Nunca te rindas
Desarrolla tu corazón
Desperdiciamos demasiada energía desarrollando la mente
en lugar de desarrollar el corazón
Desarrolla el corazón
Se compasivo
No solo con tus amigos
Sino con todo el mundo
Trabaja para la Paz
En tu corazón y en el mundo
Trabaja para la Paz
Y de nuevo te digo
Nunca te rindas
No importa lo que pase al tu alrededor
Nunca te rindas
DESPEDIDA »
Me despido con mucho cariño y mi agradecimiento por estar ahí.
Seguimos en contacto desde Facebook en “AnaMoreno Vegetariana”. Quedando a vuestra disposición, os envío un abrazo muy fuerte y mis mejores deseos de salud, paz, amor y luz para todos vosotros…
¡Hasta el próximo boletín!
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**Visita: http://danielanibalgalatroescritor.blogspot.com.ar
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